Primera película que veo en el cine desde hace tiempo, empieza con una canción de C.Tangana, lo primero que pienso es “La música está muy alta” ¿Me estoy haciendo viejo?

Así es, hace poco fui al cine, por primera vez desde hace mucho tiempo. Empieza la película, se ve Madrid y “Antes de Morirme” de C.Tangana y Rosalía suena de fondo, quizá alguno haya identificado de qué película hablo. Mis oídos se resienten, mientras pasan los nombres de actores, directores, producción y demás… La música está muy alta, pienso, debe estar mal hecha o quizá algún error técnico. La realidad era mucho peor.

Según avanzaba la trama, empecé a darme cuenta de lo que estaba sucediendo, aquel cine era lo más cerca que había estado de unos grandes altavoces en mucho tiempo. En otras palabras, lo más similar a un festival, club o evento. Es triste ¿Verdad? Esa situación en la que la música del que llaman “El Madrileño” reventaba mis tímpanos sacó a relucir la cruda verdad. Por un lado, echo de menos el sonido de una sala, el llegar a la cama con los oídos pitando a morir, pidiendo auxilio por la noche de melodías y kicks que acaban de vivir. En consecuencia, me di cuenta de que estaba desentrenado.

A partir de entonces, nada fue igual, rondaba mi cabeza el pensamiento de hacerme mayor, de haber perdido aguante a las fiestas ¿Qué será de mí en el caso de que estas vuelvan? El mundo se me caía a los pies cuando, pasadas las nueve de la noche, cogía el tren para cumplir religiosamente con el toque de queda. La estampa de aquel vagón me impactó, entre gente dormida, borracha o nerviosa por llegar a sus casas. Efectivamente, las nueve de la noche se asemejan a las antiguas cinco de la mañana.

La siguiente idea que apareció por mi mente fue precisamente sobre los horarios. No recuerdo la última vez que me acosté a las seis de la mañana y para colmo, en los últimos meses, siempre que por algún motivo me he acostado a “altas horas”, al día siguiente no podía con mis pestañas. Estoy fuera de forma, confirmado, pero… ¿Esto cómo se entrena? Debería haber gimnasios para festivaleros, porque no me puedo explicar cómo voy a sobrevivir al primer Defqon.1. Quizá acabo de dar una idea millonaria, quién sabe.

Duro mazazo el que ha supuesto esta jornada de cine para mi alma raver, años de fiestas en clubs, discotecas y festivales, para que una banda sonora me aturda… Se empieza a ver la luz con las vacunas y según parece, a partir de septiembre quizá podamos visitar nuestras amadas pistas. Mi última pregunta es ¿Se ha reseteado nuestra vida de festivales? Quizá el sentimiento sea igual que cuando pisamos nuestro primer festival. Quizá esto sea hasta bonito, volver a vivir esa ilusión, por mirar el lado positivo. Sea lo que sea, creo que es evidente que lo necesitamos con urgencia.

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