La ciudad y el festival viven en un continuo tira y afloja y tendremos que esperar un mes para ver en que acaba la historia de Ultra y Miami

Ultra y Miami, Miami y Ultra. Esta relación de amor durante tantos años ahora parece haberse convertido en odio. Todo empezó con la no renovación del contrato en Bayfront Park por parte de la ciudad de Miami, lo que obligó al festival a buscar una nueva localiación. Ahí llegó Virginia Key, un lugar apartado de la ciudad y que le causó bastantes problemas a Ultra, por lo que el festival emitió un comunicado en el que comunicaba que era el momento de cambiar de ciudad.

Esto hizo saltar las alarmas en la ciudad: una gran fuente de ingresos se le estaba escapando. Hace unas semanas y tras reunirse la Comisión de la ciudad, las conclusiones eran positivas ya que todo indicaba que se ofrecería de nuevo la posibilidad a Ultra de regresar a Bayfront Park, como os contamos en EDMred. Solo faltaba oficializar dicha oferta en la siguiente reunión que tendrían el pasado día 27 de junio.

Llegó el día D y lo único que se consiguió es que lo que antes era una mayoría clara a favor del retorno del festival, ahora las fuerzas se habían igualado y ya no estaba tan clara la postura a favor del tema. De hecho, han acordado otra reunión para finales del mes de julio donde ya, por fin, se sabrá definitivamente si la oferta para que el festival regrese al lugar de donde no debió salir se realiza o no. Ultra y Miami vuelven a separarse un poco más, pero nada definitivo. 

 

 

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