Últimamente los amantes de la música electrónica tenemos que satisfacer nuestra necesidad de festivales a través del streamings, pero … ¿Estamos ya cansados o es suficiente?
Domingo, cerca de cerrar otro fin de semana lleno de streamings, directos en twitch, en Facebook o Instagram, de mano de promotoras, eventos y artistas. Últimamente solo diferenciamos el viernes del resto de días de la semana, porque surge una programación infinita de sets de mano de nuestros artistas favoritos de cualquier género, sin importar tampoco la nacionalidad.
Es precisamente este momento, en el que tratamos de organizar que veremos este fin de semana o en otras palabras ¿Cuántas horas seguidas puedo estar frente al ordenador?, cuando nos viene un pensamiento negativo, que reaviva nuestras ganas de pegarnos un buen festival, de los de verdad, en carne y hueso. Todo viene dado por un agobio ante tanta variedad, que nos hace elegir entre que veo y que dejo de ver, con una mezcla de dientes largos por aquellos eventos que esta cuarentena me va a hacer perder.
Sin embargo, una vez puestos en matería, al otro lado de la pantalla está nuestro DJ favorito y mientras suena ese temazo por nuestros altavoces o cascos, sin darnos cuenta estamos bailando, dando puños como locos, solos en nuestra habitación, delante de una pantalla. Raro ¿Verdad? ¿Triste? Un poco. No obstante, esto significa que por una tarde o aunque sea por la duración de esa canción, nos hemos olvidado de todo, dejando a la música hacer su magia.
Quizá estemos algo cansados de los famosos streamings, pero están haciendo una labor importantísima, así como todos los creadores de cultura. Nos recuerdan a los festivales a los que no estamos pudiendo ir, sí, pero también, dejan claro que estarán esperándonos al otro lado de las puertas de este odioso confinamiento. Nos acercan por foros y chats a aquellas personas que solo vemos en festivales y eventos. Repetimos la experiencia de organizar horarios, de cambiar corriendo de un stage a otro, aunque ahora sea por plataformas virtuales, para no perdernos detalle de dos DJs que nos encantan. Vuelve la intriga, de ¿Cúal es esa ID? O “Ese edit no me lo esperaba”. Nos recuerdan que aunque todo esté parado, los artistas que seguimos, siguen ahí, y que la vida Rave tarde o temprano, continuará.