La3 albergó una de las fiestas de Dubstep más importantes de este 2018 con Eptic a la cabeza y el belga estuvo soberbio


Un año. 365 días han pasado desde la primera vez que pisé Valencia solo para irme de fiesta. En ese momento era Flux Pavilion el que encabezaba el cartel de Groove Street y la fiesta fue todo un espectáculo. El pasado viernes, un año después, me obligaron a volver.

Viaje de Madrid a Valencia y Eptic esperando para devorar La3 en otro éxito de Groove Street. El sello valenciano juega cada día más fuerte y ya está consolidado como un sello de referencia a nivel nacional cuando hablamos de Dubstep.

Acudimos a La3 como nos gusta, con un buen rato de antelación para dejarnos llevar por el Future de Q-Wert. Jaleo, muchas ganas y una energía justificada la que puso sobre la cabina nuestra Azahara, que cumplía años y lo celebró de la mejor forma posible, poniendo un musicón que animó a todo el que ya calentaba sus cuellos esperando al joven productor belga.

Y llegó. Un poco más tarde de las 03:30 horas, Eptic se asomaba a la cabina y a partir de ahí, ay madre. El público se volvió absolutamente loco y Michaël nos regaló una sesión que en ciertos momentos nos llevaba a Rampage 2017, incluyendo nuevos tracks en un set que tardarán en olvidar los cientos de asistentes que acabaron la noche coreando el nombre de un artista que se lo pasó muy pero que muy bien. Y es que la atmósfera de Bass que genera La3 se ve en pocos sitios en España, y eso gusta a los deejays, a los que se les ve disfrutar sobre los platos.

Un suspiro, y Eptic ya se estaba despidiendo. No, no era el exceso de alcohol, que fui a cervezas, pero la hora y media del artista fue realmente frenética. Todo el que conozca como pincha este chico sabrá de lo que hablo.

Se fue entre aplausos y dio la bienvenida a Beauty Brain, que con su personalidad más que contrastada sobre el escenario valenciano, dio rienda suelta a su música, cabalgando sobre los BPMs hacia arriba y hacia abajo, como les gusta a ellos y darnos el fin de fiesta al que estamos acostumbrados.

Y además, si preferías acabar la fiesta con algo de Techno, en la sala de arriba te esperaba un musicón para relajar tus caderas y disfrutar de un final de noche plácido y sonriente.

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