El artista holandés dejó boquiabiertos a todos con una sesión increíble en un festival que estuvo a la altura de lo que se esperaba de él
Territorios 2015 se preparaba para su XVIII edición y lo hacía con un cartel diferente. Respetando siempre su pureza, su estilo inconfundible con sonidos indies y mucho rap, pero metiéndole una dosis de electrónica que este año tuvo el sello y firma de Richie Hawtin, Afrojack o Paul Ritch.
Con una temperatura atípica para el mes de junio en Sevilla, pero excelente para poder disfrutar de un festival al aire libre, las puertas se abrían el viernes por la tarde y la música empezaba a fluir, al igual que el público, que iba y venía de los dos escenarios que copaban el Monasterio de la Cartuja. Con una cerveza en la mano, a precios bastante asequibles por cierto, empezábamos a entrar en calor con Saturnino Rey, con SFDK, que fiel a su Sevilla hizo poner las manos en el aire a los muchos seguidores que tiene el de Pino Montano. Conciertazo para abrir boca, y tras él, la voz descontrolada de Macaco nos invitaba a cambiar de escenario y tararear el ‘Mama Tierra‘. Pero para los amantes de la electrónica, para nosotros, lo bueno empezaba a partir de las 00:45. Javi Unión y su singular techno ya pusieron el telón oscuro en el escenario Cruzcampo y tras él, dos artistas de la talla de Julian Jeweil y Richie Hawtin, que cerró el primer día de festival y al que quizá se le echó en falta algo más, nos dejó con la miel en los labios.
Pero, sin duda, el gran vencedor de la noche del viernes fue Afrojack. Después de una sesión con varios estilos dentro de un mismo set gracias a Zombie Kids, los focos se apagaban y cerca de 10 minutos de preparación del ‘stage’ dejaba a más de uno sin uñas, deseoso de que llegara el de Spijkenisse. Y ese momento llegó. Con un remix de ‘Ten Feet Tall‘, unas visuales hipnóticas y un ritmo frenético se apoderaron de La Cartuja y Nick Van De Wall comenzó a rugir con los platos. Temazos de ayer y hoy, que diría aquel, se fueron sucediendo incluyendo siempre melodías y vocales comerciales para imprimirle la fuerza de sus ‘drops’. Una auténtica locura que contagió a detractores y amantes del EDM, que no pudieron evitar poner las manos en el cielo y bailar al ritmo de ‘Can’t stop me‘. JP Candela, un tapado que bien valía para cerrar la noche del viernes en el escenario La Ser, no quiso ser menos que Afrojack y sus melodías y remixes intentaron hacer sombra a Richie Hawtin.
Se acababa el viernes, y los festivaleros ya nos acostábamos con una sonrisa en la cara de haber disfrutado del holandés, que debutaba en Sevilla a lo grande. Ya en el sábado, con muchísima más gente en los alrededores del Monasterio, Juanito Makandé ponía los vellos de punta a todos sus seguidores y Dubioza Kolectiv con su ska centroeuropeo ya levantaban del asiento a los que aún les quedaba resaca del viernes. Shotta y sus invitados fueron un torbellino en los micrófonos, con canciones archiconocidas por el público sevillano que cantó y coreó al ritmo del pequeño de los Alcántara.
Mientras terminaba Shotta, la grada se iba quedando vacía, y es que Calle 13 era el siguiente en aparecer en el escenario de enfrente, un Calle 13 fiel a su estilo revolucionario que incluso se atrevió con el grito de guerra de Podemos y su ‘sí se puede‘. Terminaban los cubanos y Edu Imbernon abría la veda del techno. Las cervezas ya hacían mella en los muchos festivaleros que se dieron cita con el de Valencia, que impuso sus leyes con un techno fresco y contundente. A muchos se les notaba la cara de sorpresa al escuchar a este productor de muchísima calidad que no suena en grandes carteles, pero que desata los bailes allá donde va. La noche terminaba con el francés Paul Ritch, que recogía el testigo del artista levantino y, sin bajarse del carro, siguió metiéndole fuerza a los graves para poner el cierre a un festival que sigue cumpliendo y desarrollándose como uno de los eventos pioneros en Andalucía, una mezcla fabulosa de estilos que reúne a seguidores de todo tipo. La cuenta atrás para la XIX edición ya ha comenzado…