El joven norteamericano cogió con ganas la sala But, y demostró por qué es el deejay con más potencial de la nueva hornada de artistas


Hay inconvenientes y muchas, muchísimas ventajas si eres un sevillano en Madrid. Aprovechando esa simpatía natural que todo español le tiene a un sureño por su cálida forma de ser, conseguí con una sonrisa que mi jefa me dejara entrar una hora más tarde al trabajo el viernes, y de esta forma pude acudir al re-opening de la sala But feliz de poder ver al entrañable Sam Vogel.

Y sí, digo entrañable, porque a sus 21 años, Jauz se sigue comportando como lo que es, un joven amante de la música electrónica que trata a sus fans como lo que son, con un cariño y una naturalidad que sorprende para la dimensión que ha alcanzado el de Los Ángeles. Así llegó a la puerta de la sala, haciéndose fotos con todos e incluso mandando grabaciones por Whatsapp a gente que no había podido acudir. Si es que es pá’ comérselo, joe.

Acompañado, como siempre, de la guapísima Joanna Walker, pareja sentimental del artista, Jauz cogió el relevo de un B2B improvisado entre Tony Karate y The River, que muestra como casi siempre que es el warm up perfecto, sea cual sea la fiesta.

Pero la gente quería verle ya. Y apareció. Con el ‘9’ de Karim Benzema a la espalda, cambiando el nombre y poniéndose el suyo, el norteamericano comenzó la sesión bien arriba, con una intro que ha repetido en todas sus actuaciones veraniegas, y a partir de ahí…ay. Master Class de Bass House la que repartió Sam, con temas conocidísimos como el ‘Deeper Love‘, ‘+1‘, o el ‘Dolphins on Wheel‘ que produjeron Kill The Noise y Dillon Francis.

Como nos tiene acostumbrado, del Bass House pasó a un final de sesión cargado de Dubstep y Trap a partes iguales, y la gente ‘gozó’ como pocas veces. How Deep is Your Love, Lean On – cuidado con el remix que se sacó de este tema, increíble – Get On Up, o el momento que os he dejado en Facebook, donde pasó del Squad Out, al Feel The Volume, acabando con el I can’t stop, poniendo la sala literalmente en órbita.

Pero Jauz quiso acabar de forma diferente, mejor incluso, y se atrevió a culminar su trabajo con Drum and Bass y los sones de Sigma con ‘Nobody To Love’.

Ha sido un privilegio auténtico ver a Jauz lejos de los festivales, en un club, en nuestro país, sabiendo que el 90% de las actuaciones del angelino son en Norteamérica. Tremendo el trabajo de GOMA, al cual le agradecemos el esfuerzo de traer a este tiburón, y nada, que si ya estaba enamorado del #SharkSquad, tras verle en la capital, ya solo me queda comprarle una casita en el centro para que no se vuelva a ir jamás de España.

 

 

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