Situación actual: Paul Kalkbrenner

Durante nuestra vida vamos pasando etapas personales diferentes y la música nos acompaña en cada una de ellas, definiendo nuestra situación actual.

Cuantas veces nos preguntan, ¿Qué tal estás? Esperando una respuesta relacionada con nuestra situación actual. Bien, mal, solter@, conociendo a alguien, estudiando, trabajando, en el paro, dedicándome al yoga… Sí, estas podrían ser muchas respuestas válidas para dicha cuestión, pero, seguramente también podríamos responder hablando de música, ¿no creéis?

Esto es pura opinión de un servidor, no hay nada empírico o científico que me apoye, pero resulta increíble como la música puede adaptarse o complementarse con nuestros estados de ánimos. Seguramente, a lo largo de las diferentes etapas de nuestra vida, marcadas por circunstancias personales y estados emocionales, nos hayan acompañado uno o más géneros musicales. Quizá incluso podríamos definir esas épocas por un artista en concreto o, afinando más el tiro, una canción específica.

Normalmente, un patrón musical nos apoya según el momento que estemos viviendo. La letra de una canción sería el ejemplo más claro, dando un mensaje que concuerda con nuestros sentimientos, o, de alguna mágica manera diciendo justo lo que necesitamos escuchar. La bomba sucede cuando, más allá de una voz, encontramos estos soportes en determinados sonidos, sin necesidad de una letra.

El caso más evidente es la música instrumental, consiguiendo emocionar, viajar a un estado de ánimo e incluso decir cosas que a veces ni las palabras pueden a través de una pieza utilizando solo instrumentos. Podríamos decir lo mismo de la música electrónica, a quién no le ha tocado la patata la progresión de un tema desde la intro hasta el final, una melodía o un drop… Lo curioso, es que muchas veces dependiendo del momento personal de uno mismo, de lo que esté sucediendo en su vida, se identificará con un género, artista o canción en concreto.

De esta manera, muchas veces a la pregunta ¿Cómo estás?, se podría responder de esa forma, con un estilo o un productor. Por ejemplo, en el caso de quien escribe, actualmente sería Paul Kalkbrenner. Sus melodías, la progresión y concepto que caracterizan a la música del alemán, sirven como apoyo, aportan bienestar, me ayudan a meditar, reflexionar y son compañeros de lujo en el trabajo.

Sin quizá descubrirle nada nuevo a nadie, la música es un elemento magnífico, casi terapéutico, para acompañar un estado de ánimo – al igual que lo es el deporte o saborear tu plato de comida favorito. Tanto es así, que Spotify lleva tiempo categorizando playlist por estados de ánimo e incluso en el Wrapped 2021 veíamos nuestra aura musical según los géneros que más hemos escuchado este año.

En resumen, la música es maravillosa, capaz, muchas veces, de llevarnos a lugares y sentimientos que son complicados de alcanzar siguiendo otras rutas. Define los capítulos de nuestra vida, encabeza relaciones y está ahí siempre, para ti, para todo… Lo mejor de todo es que es algo que depende de uno mismo, conocerse, ponerse los cascos y dar al play.  Y tú… ¿Cómo definirías tu estado actual?

Botón volver arriba