El festival valenciano celebró su quinto aniversario donde lo mejor fueron las actuaciones de los djs y destacaron, también, los sellos con escenario
El pasado fin de semana pudimos disfrutar del quinto aniversario de Medusa Sunbeach Festival, que además anunció una nueva cita en 2019. A la ya conocida y celebrada en México este 2018, y su sede natural en Cullera, hay que añadir Las Vegas, ya que el festival anunció que aterrizará en Estados Unidos en 2019. Pero vayamos a lo que importa ahora, el quinto aniversario de Medusa en Valencia.
Antes de contar como fue, quiero destacar por encima de nada lo difícil que es traer a un festival una fiesta de Q-dance, tener un escenario para todo un día con artistas de Axtone, otro dedicarlo a la fiesta Elrow o incluso traer a djs de Smash The House al Main Stage. Sin duda alguna, esto que cuento fue lo que mejor hizo el festival y lo que provocó que, a nivel de música, esta edición fuese la mejor de todas: mucha variedad de música los tres días de festival, para todos los públicos y con djs de gran nombre en cada uno de ellos.
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Pero mal haríamos en quedarnos solo en la superficie del tema y tener en cuenta solo el nivel musical del festival, que a pesar de ser lo primordial, no es lo único importante. Nuestra aventura comienza el primer día, al llegar al festival y preguntar algunas dudas a los empleados/voluntarios que allí trabajaban. Para nuestra sorpresa, estas personas no tenían información del festival: accesos, taquillas, personal responsable, etc. La falta de información se hizo notar nada más al entrar, no solo en los empleados si no que tampoco había indicaciones. Por otra parte, lo positivo es que había muchas personas trabajando, por ejemplo, en las barras, lo que evitaba colas a la hora de ir a por tu bebida.
Los escenarios, pese a acabarlos el mismo viernes, perfectos. La decoración del Main Stage, con esos edificios y puente te hacían trasladarte al centro de una gran ciudad. Por otra parte, el escenario del techno estaba equipado con varias pantallas de luces y láseres. El tercer escenario que encontrábamos estaba decorado con una cabeza de un pájaro mientras que el último estaba situado en el beach club de Medusa. Estos escenarios acogieron fiestas como la de Axtone, Elrow, Central o Ants, mientras que el Main Stage disfrutó de Smash The House, Q-dance y todos los headliners del festival.
Hay que destacar, también, la profesionalidad y como de bien se dirigió el momento de lluvia el viernes, que no afectó a las actuaciones ni estropeó el recinto. Además, el césped, una novedad de esta quinta edición y que estaba presente en las pistas de los escenarios permitió que se pudiera bailar el resto de días pese a la tormenta que cayó. En resumen, un quinto aniversario que en cuanto a música fue el mejor de las anteriores ediciones por la variedad y calidad de la misma pero que deja un sabor agridulce por la organización que había dentro del mismo.
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