Hemos querido entrar a analizar la masificación de música y sellos discográficos en la industria de la música electrónica a través de este artículo de opinión.
¿Os habéis planteado alguna vez si existe masificación de música y sellos discográficos en la industria de la música electrónica? Yo sí, y os presento mi opinión a través de estas lineas:
Cuando empecé a escuchar música electrónica pensaba que este “mundillo” estaba únicamente compuesto por los 20-30 artistas más famosos que actuaban en los mainstages de los festivales más importantes del mundo. Hablo de Armin Van Buuren, Hardwell o Tiesto en Ultra Music Festival Miami o Tomorrowland entre otros tantos. Los más jóvenes, o los que llevan relativamente poco tiempo escuchando este tipo de música, seguramente se sientan muy identificados con este comienzo.

A medida que van pasando los años, comienzas a descubrir a nuevos artistas, nuevos festivales, y una infinidad de géneros musicales dentro de la propia música electrónica, algo que al principio puede parecer de locos.
Tras unos cuantos años abierto a descubrir nuevos estilos, y lejos de lo que me había llevado a adentrarme en este mundillo (en mi caso ese popular big room de la época), me encuentro en un punto en el que escucho, dentro de la música electrónica, casi cualquier género que se me presente, lo que me hace descubrir nuevos artistas casi a diario. Por supuesto teniendo en cuenta que, como casi cualquier persona del mundo, tengo mis géneros y artistas favoritos.
Pienso que, hasta este punto, muchos de vosotros os sentiréis identificados conmigo en mi recorrido por este apasionante mundo.
Estar tan abierto a descubrir nuevos géneros y artistas me ha hecho ser consciente de la cantidad de música que sale cada semana en el mundo, algo que a priori no parece ser malo. Pero, ¿y si lo fuera?
Cada viernes descubrimos playlists en Spotify con cientos de temas nuevos, y lanzamientos de artistas de todos los tipos y “colores”.
Actualmente existe una gran lista de espera para sacar música nueva en algunos de los mejores sellos discográficos del mundo, y es que hablando con Corey James antes de lanzar su remix a “Nothing Scares Me Anymore”, me comentaba que llevaba esperando meses y meses para que Size Records lo lanzara a la venta.
¿Os habéis plateado alguna vez por qué artistas que relativamente son “pequeños”, o simplemente están empezando, crean su propio sello discográfico?
Se me ocurre poner el ejemplo de los artistas nacionales CYA, dos grandes músicos que cuentan con un magnífico talento a la hora de componer nueva música. Este proyecto de Frank Caro y Alemany lleva relativamente poco tiempo, y sin embargo el dúo catalán cuenta con sello discográfico propio.
Hablando el verano pasado con uno de ellos, me comentaba que el hecho de tener su propio sello les brindaba una gran libertad a la hora de lanzar su propia música como y cuando quisieran.

No quiere decir que este tipo de artistas, que apenas están empezando sus carreras, no cuenten con el talento necesario para sacar su música por sellos discográficos importantes, sino que sería muy complicado crecer como artista sacando música en espacios de tiempo tan amplios, para después encontrarse con un apoyo, mediocre en muchos casos, por parte de los sellos discográficos, aunque este tema me da para otro artículo de opinión (que llegará pronto).
Todo esto hace que cada día haya más artistas con sellos discográficos propios, lo que hace que siga creciendo la bola.
¿Es bueno para la industria de la música electrónica la cantidad de temas que salen cada semana?
En mi opinión es algo que nos permite disfrutar de una grandísima variedad de música, pero que a veces dificulta el crecimiento de algunos artistas, ya que muchos sellos discográficos ponen más empeño en sacar la mayor cantidad de música posible que en apoyar a la propia canción o artista en cuestión.
En conclusión, podríamos decir que esa masificación, fuera de la gran variedad de canciones que nos brinda, es algo que no ayuda demasiado a que la industria de la música electrónica avance de manera correcta, aunque como he comentado antes, es una bola que rueda cuesta abajo y sin frenos.