¿Qué tendrán en común Bnet y Wildstylez? ¿Combinar freestyle y hardstyle? Realmente poco, más que una posible filosofía a compartir.

Las batallas de gallos hoy nadan en la superficie del mainstream, son cada vez más las personas que las ven, salen en periódicos deportivos, revistas temáticas e incluso en medios de comunicación públicos. Se trata de una destreza que podemos decir que ha superado una mala imagen, basada en gritos e insultos, para posicionarse, como decimos, como un medio de entretenimiento muy popular actualmente.

A poco que alguien haya echado un vistazo o una oreja a las batallas de gallos últimamente, por formatos tan famosos como Red Bull o la Freestyle Master Series (FMS), le sonará Bnet, uno de los protagonistas del panorama internacional. De nombre Javier y de apellido Bonet, aka Bnet, es uno de los ganadores más recientes la nacional de España de Red Bull (2018) y la internacional, también de Red Bull (2019).

Un campeón mundial que ha enamorado con un estilo fresco, que podríamos tildar de freestyle real, puro y al momento, siendo un argumento para volver a enganchar a muchos raperos a las batallas de gallos. Con este currículum, Bnet se caracteriza por ser una persona fría, discreta, sin ir más lejos, “Ice Man” es uno de los apodos que le rodean. Se distingue por una personalidad pasota, en el buen sentido de la palabra, y por apoyarse en cada rueda de prensa, gane o pierda, en la muletilla “Yo he venido a rapear” o “Yo vengo a hacer lo mío”.

Pueden parecer frases vacías, destinadas a salir del paso ante un micro, pero para mí es algo más. Lo cierto es que, moviéndonos al hardstyle, me imagino a DJ como Wildstylez o Code Black diciendo “Yo he venido a hacer lo mío” después de cada set o tras lanzar una canción. Yo hablo de estos dos ejemplos dentro del género que más me gusta, pero seguro que a todos se os viene a la cabeza un artista de cualquier estilo que, sin aspavientos, ni juegos en redes sociales, lancen grandes canciones, como lo que son, unos profesionales.

La muletilla de Bnet y que en mi cabeza atribuyo a esos artistas, significa para mi el darse a conocer por su música, personalidad y estilo al hacerla, nada más. Seguro, que en la otra cara, te guste el estilo que te guste, identificas a ese tipo de artistas, que venden cada nueva maqueta o álbum como su proyecto más especial o la canción que va a cambiar el juego para ellos. Una corriente que está ahora a la orden del día, que a veces no hacen dudar de si estamos hablando de música o de una campaña de marketing para tener más streams, likes y repercusión.

No soy tan injusto, se que una gran cantidad de músicos ponen todo de sí en un proyecto, cumpliendo su palabra y realmente eso les hace más especial y de calidad. Pero cansa un poco el discurso de unos cuantos, que venden como excepcional lo que realmente es común. Una canción no es mejor porque el artista lo vaya repitiendo durante semanas. Tampoco una sesión o concierto sube de calidad por el simple hecho de que su protagonista, de mucha importancia al micro o a la puesta en escena, por encima de la música.

Bnet con su particular forma de rapear, sin gritos ni gestitos, ha llegado a la cima, cambiando un poco la cosa. Lo cierto es, que Wildstylez o Code Black o seguramente el DJ/Productor que hayáis pensado en este artículo, gracias a su manera de hacer las cosas, tampoco están faltos de fama, dinero o reconocimiento.

Sin embargo, y como conclusión, en mi caso personal, doy cada vez más valor al que tema a tema, o cada vez que le veo en un escenario, plasma su estilo y quién le sigue al final es por su música y no así por montar en cada lanzamiento un circo. Por eso, admiro y doy mucha importancia a los que van a hacer lo suyo para los suyos, el “Yo he venido a rapear” o el equivalente “Yo he venido a hacer mi música”.

Compartir: