En una reciente entrevista al medio inglés The Guardian, Nina Kraviz habla de sí misma y el sexismo que ha sufrido al entrar en la industria musical


¿Cuántos DJs pueden presumir de haber pinchado en la Gran Muralla China? Nina Kraviz puede. Por esto y mucho más la artista siberiana es reconocida a nivel mundial y su imagen es relacionada directamente con el techno más potente de la escena electrónica. En muchas ocasiones ha demostrado no tener pelos en la lengua y ha roto estereotipos de la mejor forma posible: con su música. En su última entrevista, Nina habla de una de sus características más destacables, su energía durante su puesta en escena:

Cuando pincho me siento viva del todo. Tengo mis 5 sentidos en la música. La gente se piensa que me drogo, pero no lo hago, simplemente estoy disfrutando. Es distinto en cada actuación, soy una persona diferente cada día. Soy la clase de persona que puede estar extremadamente feliz y al segundo estar deprimida. No soy una psicópata, simplemente soy una persona muy emotiva.

Tengo un problema con el sueño, tengo mucha energía y no puedo irme a dormir hasta que no pasan 3 horas tras el show, sin importar lo cansada que esté. No puedo hacer nada, solo aceptarlo. Creo que es lo que atrae a la gente, la energía que aporto. Y si a la gente le gusta eso, ese es el mayor cumplido que pueden hacerme.”

Con los años Nina ha demostrado valer para formar parte de un puesto muy privilegiado dentro de la escena underground, mayormente predominada por hombres. Recordando el hecho de que Seth Troxler la llamara ‘zorra‘ en una entrevista, Nina habla sobre el sexismo dentro de la escena electrónica:

El techno es un fenómeno, tan importante como el jazz. Es increíblemente rico culturalmente, pero es tan underground que me costó 15 años tener un mínimo de referencia. Todavía hay áreas que desconozco.

A algunos les encantaba, y había gente que tenía prejuicios ante una mujer atractiva haciendo música por sí misma. No podían entenderlo. Pensaban: ‘No puede ser que lleves los labios pintados y hagas música.’ Pese a lo que decían, yo fui una de los artistas que hizo un álbum por entonces sin ghost producers.”

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