MAESTRO cierra con éxito su estreno en el Teatro Real de Madrid. Una experiencia única e inovidable para vivir la música electrónica de una manera diferente.
Por un día, en el Teatro, el que mandaba callar era mirado raro. Durante una jornada, levantarse del asiento, en el mismísimo Teatro Real, y bailar, estaba permitido. MAESTRO llegó a Madrid y lo cierto es que no defraudó, cargado de emociones y sobre todo nostalgia para los amantes de la música electrónica. Una oda para este género que amamos, donde no faltó detalle y así lo analizamos.
Para empezar, la majestuosidad del Teatro Real ya quitaba el aliento, esa grandeza, tantos asientos, resultaba difícil caer en la cuenta de lo que iba a suceder. Pero de repente, ocurrió, orquesta y DJ se hicieron uno, y nunca mejor dicho, para interpretar “One”, de Swedish House Mafia, un golpe de realidad que hizo que nos frotásemos los ojos, bien por incredulidad o porque una lagrimilla ya empezaba a brotar. Desde entonces, fue una montaña rusa de sentimientos, combinando aquellas canciones que no podían faltar, con algunas que ni recordabas, ni imaginabas que iban a sonar.
Satisfaciendo prácticamente todos los gustos, desde los que ya llevan un tiempo escuchando esto, hasta aquellos que son relativamente nuevos. Una clase magistral, abarcando prácticamente toda la historia de la música electrónica, o lo que se permite en cerca de dos horas. Un espectáculo ya no solo auditivo, si no también visual, bellas y elaboradas imágenes, muchas en 3D, hicieron que la experiencia subiera un nivel más.
Como decíamos, no se les escapó detalle durante la actuación, dando a cada pieza interpretada el contexto que le correspondía. La elección de los vocalistas, no pudo ser más acertada, cada uno de ellos acoplándose perfectamente al estilo de cada canción. En este aspecto, le valieron dos canciones a Kate Ryan, para hacerse dueña y señora del Teatro Real. Comenzó con “Desenchantee” y ya se metió al público en el bolsillo. La francesa terminó su breve actuación, interpretando “I Need A Miracle” de Fragma, un último, pero preciso, flechazo de amor.
Detrás de la orquesta, se situaba la figura del DJ, que iba cambiando según el estilo a interpretar. En este puesto, David Penn y Tony Bass, formando Deux, fueron destacados representando el house más puro. La actuación del dúo fue aliñada con la voz de Tina Masawi, idónea para cada uno de los temas que pusieron, incluyendo su propia producción “I Feel For You”. Muchos más DJs pasaron por aquella especial cabina, el cierre corrió a manos de Xavi Metralla y Skudero, representando a Pont Aeri y poniendo los sentimientos en el tercer anillo con ‘Flying Free’.
En una noche de detalles, no podía faltar Avicii, protagonizando el MOMENTO de la noche. El director de orquesta, dejó su labor como tal, para ponerse al piano y, junto al camaleónico Chipper Stanley Cooke, interpretaron en un bellísimo acústico “Wake Me Up”. Tras este instante de emoción, inmediatamente después, la orquesta volvía a trabajar en equipo, para vibrar con “Levels”. Los más veteranos disfrutaban con DJ Rolando, Underworld o Faithless, mientras que aquellos que comenzaron más tarde, podían sentirse más identificados con Swedish House Mafia o la última canción, “I Gotta Feeling” de David Guetta y Black Eyed Peas. Sin embargo, ambos grupos unían fuerzas con formaciones como Daft Punk o incluso con el clásico de Tiësto, “Adagio For Strings”.
MAESTRO se estenó en Madrid con éxito, haciendo que en una ubicación tan emblemática y con un gran significado, como es el Teatro Real, sonase música electrónica. Un paso adelante para este género en la capital, que esperamos que motive a más proyectos similares a seguir su camino. Gracias Maestro, gracias Audi y gracias a Xavier Escolano por haber creado esta sinfonía de melodías que nos hizo recorrer toda nuestra vida a golpe de notas musicales.