Festivaleros de todos los colores. Los festivales en España guardan un gran número de asistentes que cada año disfrutan de la música electrónica. Pero ojo, no todos son iguales, nosotros te los destacamos
En todo grupo de amigos hay muchos tipos de persona. El buena gente, el ligón, el friki, el que trapichea…y al igual que en la vida cotidiana, en los festivales pasa exactamente lo mismo. Los miles y miles de festivaleros que inundan los grandes eventos cada verano tienen un rasgos marcados y que les diferencian de los demás. ¿Serías capaz de identificarte con alguno de ellos? ¡Allá vamos!
EL FESTIVALERO ‘LET ME SEE YOUR F*CKING HANDS’
Empezamos la lista con un especimen que ha crecido como la espuma en los últimos cinco años. Son los fieles seguidores del Big Room, el género dominante en esta segunda década del Siglo XXI, y que viven y acampan en el Mainstage. Los Dimitri Vegas, Martin Garrix o las Nervo son sus fieles dioses, y se caracterizan por seguir a rajatabla cada gesto que hace el Dj, cada movimiento, o grita como si no hubiera un mañana el clásico “ehhhh-ohhhh”. Eso sí, que no les acerquen el techno, que se quedan dormidos en cualquier barra.
EL FESTIVALERO ‘SOY LEYENDA’
Todos conocemos a uno de ellos. Te metes en sus redes sociales y son un culto a los festivales. Uno de esos que te preguntas, ¿pero este de dónde se saca el dinero? Tomorrowland, Ultra Music Festival, Electric Daisy Carnival…los colecciona como si fueran Pokemons. Son de los que, en el botellón antes de entrar en la discoteca, mientras habláis de uno u otro deejay, el se limita a decir, “a ese le vi yo en Hungría”, “uff, ese la formó en Roma” o “ah si, bueno no estuvo mal en el último Awakenings”. Suele ser fan de todos los géneros, le gusta la electrónica y vive por y para ella.
EL FESTIVALERO ‘MI SEGUNDO APELLIDO ES CAROLA’
También conocidos como ‘los puros‘, son el gremio más fiel, más guerrillero, y sobre todo, más cabezota. Parece que llevaran un siglo de fiesta, se las saben pegar como nadie, pero eso sí, parece que su organismo no les dejara escuchar una melodía con más o menos BPMs. Solo techno. Esa es su razón de ser. Suelen ser los que rellenan de comentarios en cada confirmación argumentando con dureza un “queremos más techno”. Además, si no están Carola, Hawtin, Luciano, Capriati o Carl Cox en el line up, mosquearás al 50%.
EL FESTIVALERO ‘DE FINALES’
Son el tipo de festivalero más polémico. Para los puros, y los que se han pateado decenas de festivales, hay cierta tirria con este gremio. Suelen ser mayoritariamente muy jóvenes, y se caracterizan por escuchar un total de CERO canciones de electrónica durante el año, pero eh, llega AlRumbo, Dreambeach o el festival que se preste, y allí que van, a la aventura, y a saturar las redes sociales con vídeos y fotos de la fiesta. A su favor: suelen tener un rollazo en cuanto a vestimenta, no les falta de nada, ropa nueva, bien conjuntada, e incluso perfumados como nadie. En su contra: no le preguntes quien está pinchando si no ha salido en Megastar o Maxima FM, porque jamás sabrá decirte quien es. Una vez terminado el festival, lo máximo que escucharán de electrónica será a Major Lazer en el dial del ‘solo temazos’.
EL ‘FESTIBASSLERO’
Este festivalero es un enfermo. Le dan igual los confetis, los fuegos artificiales, o si el escenario se mueve o vuela. Solo quiere bass, quiere ver como el subwoofer se debate entre la vida y la muerte, y perder la adrenalina no en kilos, en toneladas. Drum and Bass, Trap, Dubstep…todo ese abanico de géneros caben para este tipo de festivalero, que se conoce hasta el deejay japonés que está triunfando en Norteamerica porque pone un Dubstep que lo está pinchando Getter, Zomboy o Cookie Monsta. Son los que, aunque hagan 15 grados, sudan como cochinos, y a ver si sois capaces de ver a alguno sin una sonrisa en la cara. Han venido a morir, y todos cumplen su cometido.
EL FESTIVALERO ‘GANDALF’
El que lleva la magia. También llamada ‘piki piki’, ‘asuquita glass’, el del ‘cuarzo’ o el que lleva la entera de choped. Este festivalero suele ponerse como un camaleón albanés, a la tercera hora de festival ya lleva los ojos cerrados, y puedes notar como sus alas hacen que vuele por el recinto sin que nada le importe. Este no molesta, no hace ruido, lo puedes llevar donde sea, que el va a ser feliz allá donde estén sus ‘trampas’. Eso si, que no se pase de rosca, que se puede poner pesado nivel: darle abrazos hasta al mismísimo Lucifer…
EL ‘FESTIVASEXO’
Otro de los ‘polémicos’ dentro de los festivales. Ellos se pueden pegar 500 kilómetros de viaje porque “no veas como se liga en estos sitios“. Acuden al recinto como un ‘hunter’, dispuesto a cazar al primero/a que muestre algo de interés hacia su persona. Son los que le echan la cuenta mínima a la música, lo justo para bailar al son de la chica o el chico al que está seduciendo en ese momento, y si le ha salido bien la jugada, ya puede estar Martin Garrix B2B Marshmello B2B Skrillex con Jess Gline al micro, que él/ella se marcha al camping a montar su propio live show con la persona afortunada.
