Burning Man avisa a los ‘influencers’ de que no serán bienvenidos al festival si lo hacen con fines lucrativos
Al parecer, la increíble producción de Burning Man no solo atrae a los más fervientes amantes de la escena electrónica y los festivales de música, sino que entre sus asistentes también podemos encontrar a cantidad de celebrities e influencers que utilizan el gran evento como un medio para atraer seguidores en sus redes sociales y lucrarse haciendo publicidad en uno de los recintos más famosos de la escena en Estados Unidos.
Ante esta situación, Marian Goodell, directora general del festival, se muestra así de tajante ante el uso indebido de la experiencia que Burning Man pretende ofrecer a su público:
‘Sesiones de fotos comerciales, publicidad de artículos, publicaciones en Instagram agradeciendo a ‘amigos’ por un producto, modelos e ‘influencers‘ en redes sociales que llevan y etiquetan marcas en sus fotos en el recinto… Esto significa que están usando Black Rock City para aumentar su popularidad y atraer consumidores para vender más ‘cosas’.
El hecho de no dejar claro qué comportamiento es inaceptable ha agravado el problema. Recientemente, he escuchado rumores de la venta de más de un producto o negocio en el recinto este 2018. En serio, eso no representa a Burning Man.’
Paris Hilton, Cara Delevigne, Katy Perry, Alessandra Ambrosio, P. Diddy o Heidi Klum son solo algunos de los muchos famosos que se han dejado caer por el desierto de Nevada para lucir sus mejores galas y disfrutar de los DJs más relevantes de la escena electrónica. Pero, al parecer, este no es el tipo de público que busca el festival, mientras otros buscan a toda costa la imagen de estas celebridades en sus eventos para ganar más y más reputación. ¿Por qué?
Para el que no conozca el profundidad el festival, Burning Man se celebra en una ciudad ‘inventada’ llamada Black Rock en mitad del desierto. Su fama se atribuye al levantamiento de increíbles monumentos de madera que son quemados al final de la celebración con el acompañamiento de un espectáculo musical y pirotécnico sin precedentes. Uno de estos, ‘El Templo‘, es prendido fuego en absoluto silencio para rendir homenaje a las personas fallecidas. Este es solo un pequeño ejemplo de la espiritualidad que desprende el festival y su comunidad, la cual defiende valores tan importantes como el respeto mutuo, la solidaridad, la inclusión y aboga por el ecologismo, la libre expresión artística y por supuesto, la espiritualidad, sea del tipo que sea.
En este festival no existe el dinero ni las marcas, se subsiste gracias a los regalos que los asistentes se hacen mutuamente. Por ejemplo, si encuentras un puesto de agua o café, puedes adquirirlos intercambiando otro bien que poseas o, simplemente, pagar con una sonrisa o un abrazo. Tampoco existe el tiempo, los aparatos electrónicos no son imprescindibles para vivir la verdadera experiencia de este festival, al igual que los relojes, por lo tanto, comes cuando tienes hambre y duermes cuando tienes sueño.
Teniendo en cuenta todos estos datos, no nos sorprende la visión del festival ante la situación que se ha vivido en las últimas ediciones. Hay eventos de música que van más allá de una simple fiesta e intentan mantener el lema que une a muchos de los amantes de la electrónica: ‘Peace, Love, Unity and Respect’. Y, está claro que ‘Fama, Dinero, Publicidad y Followers‘ no entra dentro del lema de Burning Man.
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