El pasado fin de semana se celebró el que iba a ser uno de los festivales pioneros del rap americano en nuestro país y acabó siendo un auténtico desastre en todas sus facetas


El equipo de EDMred recibió hace varias semanas la invitación para cubrir un evento en Barcelona, un festival que tildaban como ¡el festival más grande de Europa en un parque acuático! y tras ver el line up, nombres como Coyu, Sak Noel, Fatman Scoop o French Montana llamaron nuestra atención, así que decidimos desplazarnos a Santa Susanna, en la costa catalana, para daros una crónica de un festival que prometía, el I Am Global Festival.

Salimos desde Sevilla, nos recorrimos España entera, y tras conocer Barcelona (muy recomendable), llegamos al hotel que nos habían facilitado, al igual que a un enorme grupo de británicos que también acudían al festival.

Llegó el sábado, la gente se preparaba para un gran día repleto de música, buen ambiente, piscinas y diversión. Pero pronto, muy pronto, empezó a torcerse todo. En la parada de bus, donde supuestamente pasaban lanzaderas cada media hora, la gente esperó más de una hora al sol sin que llegara ni un solo autobús.

La agencia de comunicación que gestionó el evento, lo único salvable del fin de semana, nos recomendó que cogiéramos el tren y llegáramos a la estación donde se encontraba el parque acuático, y de ahí nos recogerían en bus. Tras volver a esperar el autobús, que no llegaba, tuvimos que volver a sacar la cartera para llegar en taxi. Pero no pasa nada, estamos de fiesta, había ganas de bailar, y entramos en el festival con una sonrisa en la cara.

El festival anunciaba varios escenarios, y nosotros, según nos acercábamos por intuición (porque no señalizaron nada) a la música, solo escuchábamos un escenario. Y efectivamente, habían suprimido el Mainstage y todo se iba a celebrar en el Poolstage. Pero bueno, podíamos aguantarlo, a fin de cuentas una fiesta en una piscina siempre es divertida.

Lo cierto es que, de haber puesto más escenarios, se habría notado mucho más la poquísima entrada que tuvo el evento, ya que apenas se podía ver la piscina llena en ningún momento. Pero la gran sorpresa para todos llegaría a eso de las 20:00 horas. El MC del Poolstage animaba al público avisando de que en poco menos de media hora aparecería French Montana. Stylo G y su peculiar estilo electrónico ponía a la gente en órbita antes del gran momento, pero de repente, y sin dar explicaciones, la música se detuvo, los djs abandonaron el Poolstage y taparon los Cdjs. Nadie se explicaba que estaba pasando.

Lo que ocurría, efectivamente, es que French Montana se negó a actuar, ya que no recibió el 50% del dinero pactado por su concierto. El público, que estaba pagando la friolera de 10 euros por una copa de lo que ellos te obligaban, ya que no quedaban existencias de ginebra, de refresco de limón ni de naranja, se quedaban con cara de tontos y abandonaron poco a poco la piscina.

Y si ya el festival estaba resultando una decepción, lo mejor estaba por llegar. Al salir del recinto, y a unos 50 minutos en coche de los hoteles donde nos alojaban a todos, nos dejaron literalmente tirados. Los autobuses pasaban de forma esporádica, o muy esporádica, ya que estaban contratándolos sobre la marcha, y muchos, muchísimos de los asistentes allí presentes, incluidos nosotros, tuvimos que andar cerca de una hora hasta la parada de tren, de ahí coger un autobús de línea, y luego andar otra media hora para llegar, cerca de dos horas después, al hotel. Para rematar la faena, y casi que lo agradecimos, la organización suspendió la jornada del domingo, donde actuaban Coyu, Sak Noel o Fatman Scoop. En definitiva, una estafa en toda regla en la que Courtney Richards, Louise Earle y George Boadi han engañado a todos aquellos que adquirieron su entrada, y tan solo aseguramos desde EDMred que jamás os recomendaremos acudir a cualquier evento que tengan a alguno de estos tres británicos entre sus organizadores.

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