Fabrik recibió la archiconocida fiesta Ants y el resultado estuvo a la altura de lo que se esperaba


Si me dan a elegir yo no sé que prefiero. Llegar a octubre y que ya se instale un frío moderado, o como este año, que ha tardado muchísimo en llegar el frío, pero no hay manera de subir de los 5 grados.

Con este frío siberiano nos plantábamos en el parking de Fabrik. Si hay algo que puede combatir el frío, es sin duda introducirte en una buena fiesta ibicenca en la mítica discoteca madrileña.

Desde bien prontito comenzaba esta nueva edición de Ants, que traía nombres de altísimo nivel como Joris Voorn o Andrea Oliva, pero que ya a las 20:00 horas iba a poner encima de la mesa un Techno que enamoraba.

Me voy a detener, si me lo permiten, en un artista cuyo recorrido y reconocimiento no para de crecer, y no es para menos. La calidad, técnica y repertorio de UNER bien valen un párrafo dedicado a él. El artista catalán, que volverá a Barcelona en unos días para llevarnos a otra dimensión con Umamii, una experiencia sensorial que sin duda recomiendo enérgicamente, mantuvo el Main Room siempre en movimiento sin importar que apenas se hubiera llegado a la medianoche, en una sesión deliciosa que demuestra el buen estado de forma del Techno español.

De la sesión de UNER nos teletransportamos al estilo característico de Nic Fanciulli. El británico, como nos tiene acostumbrados, volvió a navegar en ese umbral maravilloso que separa el Techno y el House, deslizando melodías que sucumbían a unos drops de auténtico infarto. Se lo estaba pasando bien, y todos nos aprovechamos de ello.

Las horas volvían a pasar volando, como casi siempre que entras en Fabrik, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba Joris Voorn impartiendo otra master class de Techno holandés desde el Main Room. Joris no quiso bajar el ritmo de Nic Fanciulli, y continuó apretando a una sala donde no cabía un alma. Ah, y si alguno se lo pregunta, sí, puso Goodbye Fly, el drop trajo consigo el megatrón, y aquello parecía que se iba a caer de un momento a otro. Espectacular sesión del de Moergestel, y aplausos para un Joris Voorn que dejó el testigo para el kaiser de este formato Ants, Andrea Oliva.

El suizo parecía que estaba de nuevo en la isla bonita, extasiado por un público que no paraba de bailar, y repartió ese Techno que nos hace vibrar cada verano desde Ushuaïa Ibiza. Cierre de ensueño, y nuevo éxito de Ants en su llegada a la capital de España. God save the Queen, y también a sus hormigas. ¡Os esperamos pronto de vuelta!

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