Calvin Harris, uno de los deejays más exclusivos del planeta, se sinceró de sus problemas con el alcohol y sus días más oscuros


Ser deejay no es, siempre, lo mejor que te puede pasar en la vida. La presión, los viajes interminables, la fama, el alcohol y las drogas pueden jugarte una mala pasada y acabar con problemas serios de salud que acorten considerablemente tu tiempo en la tierra.

Y uno de los que tuvo serios problemas con estos factores fue Calvin Harris. Todos conocimos su faceta más oscura, donde el alcohol, el micro y una borrachera como un piano se hacían los protagonistas de sus sets, donde el productor cantaba, se pegaba gran parte del set con el micro en la mano y al final el mayor perjudicado era su propia persona.

Pero todo ello pasó. Calvin Harris ya ha hablado alguna vez de su sobriedad, de como ha sobrellevado esos problemas y ahora no toma ni una gota de alcohol en sus sesiones.

Lo que asusta es conocer lo que bebía anteriormente. Dos botellas de Jack Daniels por noche. Que barbaridad. Si yo me tomo media botella y ya voy como un grillo iraní, no me quiero imaginar dos botellas.

 

Sin duda, lo mejor es cómo ataja el tema y la claridad con la que se lo muestra a sus fans destaca la personalidad de una persona que ha sido capaz de salir de un bache que pudo costarle muy caro.

 

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