Los gallegos Birdhub publican su elegante álbum debut ‘DIE-‘ en el sello Sofa Tunes


Birdhub lo sustancian Helga Blanco y Xalo Gayoso, dos jóvenes músicos gallegos que se conocieron en el Conservatorio Superior de A Coruña; han trabajado ininterrumpidamente en distintos ámbitos artísticos -electrónica, multimedia, música para publicidad, cine e instalaciones artísticas-; a través de su anterior proyecto -léase, Sub Rosa– sacaron dos discos con el sello Discos da Máquina, (que les supuso el reconocimiento de crítica y medios, ganando los Premios Gallegos de la Música y llevándoles a la final de los premios MIN de la música independiente) y que ahora, bajo su nuevo aka Birdhub,publican ‘Die-’ -su primer larga duración- en el exquisito sello Sofa Tunes, que supone la novena referencia de dicha discográfica independiente nacional.

‘DIE-’

‘Die-‘ es la primera parte de ‘Dietrich’, un binomio musical en el que Birdhub nos propone una exploración de lo emocional, de los contornos entre lo primitivo y lo onírico, experimentando con diferentes géneros electrónicos-entre los que destacan el downtempo, ambient, trip-hop, broken-beats, dub, micro-house, illbient, etc.-y todo ello siempre con un fondo, su alma: el pop.

 

ELECTRÓNICA, VOCALES, ACÚSTICA, ORGÁNICA, LETRAS COMO SONIDOS…

Su sonido orgánico se caracteriza por la acumulación de diferentes planos vocales en forma de texturas densas, ritmos fragmentados sobre líneas de subgrave, instrumentaciones acústicas de pianos, cuerdas y sintes que contribuyen a generar un tempo evasivo donde la forma rompe y se diluye. En este universo, las letras funcionan como retales: son un confluir inconsciente de vivencias, impresiones y fantasías que, al fragmentarse, pierden su sentido original para pervivir únicamente como sonido, creando líneas oblicuas de signifi­cado.

 

ASÍ ES ‘DIE-‘, TEMA A TEMA

 

‘Díscola Diva I’

Fue el principio de este proyecto -y el ­final de un tiempo de experimentación- con el gesto y el break llevado al extremo.Birdhub quería transportarnos a través de un viaje telúrico y decidieron componer un himno -entre el pop, la IDM, y losbroken-beats-, la voz (o voces) de Helga Blanco atemperan una base inacabada que tenía forma de introducción. Después de treinta versiones es esta la que sirve para sumergirnos en las entretelas del álbum.

‘My Berlin’

Es un tema recuperado del pasado, del que solo se conserva el recuerdo evocado. Intimista y desnudo, casi en estado pudo. Sólo frente a un piano, declamando al más puro estilo spoken-word -con la doliente y rasgada voz de Xalo Gayoso– y una historia. Añaden una coda que se estira, en bucle, ininterrumpidamente como un grito lejano que se va diluyendo entre lágrimas, gotas de vapor, días y noches que pudieron ser mejores. Es su Berlín, el nuestro.

‘Donatello chez les fauves’

Comenzó siendo un boceto inacabado de voz y piano hasta que, después de un tiempo abandonado, encontraron una secuencia de acordes que les gustó -más oscuros y aterciopelados- que les ayudó a terminarlo. Al fi­nal se quedaron a medio camino entre lo instrumental –ambientalismo-dub cálido, próximo al micro-house– y lo vocal -a doble voz- para hablar del color extremo e imposible de los fauvistas, la fascinación suicida de Ícaro por el sol. Minimalismo delicado, tan bello como valiente.

‘Wanderings’

Surgió inspirado por una base industrial que sugería un ritmo recurrente de parabrisas bajo la lluvia. Es un himno opresivo y crepuscular que nos lleva por un túnel, acrecentando la tensión y la impaciencia. El sentimiento de aislamiento. Humeante y quebradiza distopia urbana sobre la que vemos volar a la última mariposa.

‘Void’

Empezó siendo un tema difícil: solo tenían una letra sobre un sueño del que se despierta transformado. Después de muchas versiones que no acababan de concluir, decidieron buscar una línea melódica más libre para la voz. Al ­final se quedaron con las dos para construir un diálogo entre ellas: un viaje onírico entre neblinas azules, casi negras, un confluir sonoro de voces que se condensan en gesto.

‘Pull the plug’

Parte de un tema completamente diferente, del que no quedó ni el nombre. Lo reconstruyeron para conseguir un corte más directo, instrumental y optimista. Y aquí está este delicioso corte de dream-house arpegioso, clubby y ensoñador. La letra estaba huérfana en un papel y pensaron que era perfecto un poco de amor desasoseg­ante para romper prototipos.

‘Scape artist ‘

Es una duna en medio del desierto sensitivo y urbano, tanto por que usa elementos anteriores y se fusiona con otras búsquedas actuales, como por la di­ficultad que supuso terminarlo. Es vértigo y escalera. Es puro Birdhub.

‘Mum’s the word’

Es una larga historia, una escapada al universo ajeno y una vuelta a empezar. Sacar la cabeza del agua. Aquí Helga Blancorapea sobre una base amable y cercana, plena de sonidos analógicos –piano– y sintéticos que maridan en perfecta colisión para deleite del oyente. Luz destellante a medio del túnel.

‘11’

Se trata de un tema que funciona como una reminiscencia de todas aquellas veces que vimos una película en la que cualquier elemento de la escena se convertía en un instrumento, tomaba un ritmo y resucitaba la música a través de él.Dub-step suave y escapista, épica sobre el asfalto ardiente que araña la epidermis del atardecer.

‘Barefoot in a fog’

Es el fi­nal del viaje que propone este ‘Die’ de Birdhub, la última voltereta del acróbata ciego. El resumen de todo. House technificado e indolente que busca aire, un lugar por donde expandirse y explotar de emoción.

‘Díscola Diva II’

Es una reinterpretación de ‘Díscola Diva I’, mucho más desnudo, limpio y claro, sobre las mismas ideas de ritual. Una secuencia, de acordes suspendidos, nos introducen suavemente en el fi­nal del disco, ajenos a la voz hasta que ambos se encuentran, dejando atrás paisajes aislados de piano. El final del principio. Sed de Birdhub.

 

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nota de prensa

 

 

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