Uno de los momentos más remarcables de este verano ha sido ver a Lost Frequencies alzarse sobre el Palacio Real de Bélgica, un espejo de su carrera

Podemos decir que el que un artista conquiste escenarios principales, clubs o festivales donde nunca había estado ha quedado, de momento, en el pasado. Sin embargo, uno de los grandes momentos de lo que vamos a llamar “Streaming Season” ha sido ver a Lost Frequencies pinchar en el tejado del Royal Palace de Bruselas. No cabe duda de que se trata de un claro síntoma del buen hacer en los últimos tiempos de Felix De Laet, Lord Frequencies.

No vamos a tildar a este artista de infravalorado, pues nadie va a descubrir a estas alturas la figura de Lost Frequencies… Número 20 de la DJ mag, ha pinchado en los mejores escenarios y sonado en radios de todo el mundo. No obstante, tampoco vamos a quitar mérito a la labor del artista de pasar de ser una moda o joven promesa a ser lo que le acabamos de llamar, un artista con todas las letras.

Es necesario destacar que Lost Frequencies ha sabido aprovechar este verano tan atípico, dentro de sus posibilidades. En la faceta de producciones, una máquina, no ha parado entre remixes, como al “Never Give Up” , original de Mathame y singles. Finalmente se ha coronado con su EP “Cup Of Beats” compuesto por seis canciones, algunas ya conocidas, pero siguiendo una línea ascendente de calidad.

En estas producciones, como todas las que marcan su carrera – que no son pocas para su corta edad – podemos comprobar una gran virtud de Lost Frequencies: satisfacer la parte comercial y a la más underground. Y es que mantener tu sonido y a todo el mundo contento a través de la versatilidad está al alcance unos pocos.

Estamos de acuerdo entonces, Lost Frequencies es de lo más polifacético y lo demuestra también en sus actuaciones. Ya conocíamos su faceta como DJ, pero desde 2018, debutando en el escenario Lost Frequencies & Friends de Tomorrowland, ha recorrido varios países con su particular Live. Un directo que ha ido mejorando desde entonces y una de las últimas versiones es precisamente en Bruselas, en un estadio completamente lleno.

Un espectáculo que muy pocos pueden ofrecer, abandonando la soledad del DJ para compenetrarse con todo un grupo de músicos. Algo digno de ver, que ojalá en algún momento llegue a nuestro país ya que es uno de los mejores Live del panorama. Aportando el factor distintivo, mezclando las facetas de proctor y performer, Lost Frequencies dispone de Lives Edits de algunos de sus mejores trabajos. Muchas veces se trata de ese As bajo la manga para enganchar al público, aprovechando el factor sorpresa.

La suma de todos estos ingredientes da lugar a la figura de un artista en toda regla y sin necesidad de pervertirse. De hecho, aunque de miedo a veces decirlo, podemos estar ante uno de los grandes nombres que se recordarán de esta época musical. Quizá más allás de las listas y galardones su mayor premio es el ser toda una imagen de Bélgica, un orgullo para su país. Ha pinchado en el Atomium y tambén ha tenido el privilegio de subirse al tejado del Palacio Real de Bruselas y poner su música desde ahí, elegido por la monarquía Belga para promocionar el Tour del Palacio. Que más se puede pedir.

Abriendo otro debate ¿Os imagináis algo así en España?

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